“Ellos esperaban intimidarme y hacerme pecar. De esa forma podrían acusarme y desacreditarme.” Nehemias 6:13 (NTV)
Nehemías experimentó no solo la oposición de sus vecinos mientras reconstruían las murallas, sino también la traición de personas cercanas, quienes trataron de intimidarlo y hacerle pecar para detener la obra; lo cual trae a memoria un cuadro similar en Cristo, quien fue traicionado por Judas, uno de sus propios discípulos. Impacta el gran discernimiento que tenía Nehemías, el cual provenía de una relación íntima con Dios y del conocimiento de la Ley, por ello no la trasgredió (Números 18:22), y no cayó en el engaño que le prepararon sus enemigos. Guardar Sus mandatos en nuestro corazón nos ayuda a tomar las decisiones correctas para agradar a Dios y no transgredirla. Nehemías escuchó la profecía recibida y rápidamente la comparó con lo que dice Su Palabra, se dio cuenta que no se alineaba con Ella y la desechó.
Así como Nehemías, muchos líderes son atacados constantemente por el enemigo para que caigan y de esta manera desacreditarlos y empañar el Nombre de Dios. El enemigo sabe que herido el pastor las ovejas son dispersadas, es decir, muchos abandonarán el Evangelio, si lo hace habrá logrado su cometido. Nuestro deber es sostener a nuestros líderes y coberturas en oración; si somos líderes, afirmar nuestra relación de intimidad con el Señor y no abandonar el escudriñar continuamente Su Palabra, de tal manera que nuestros ojos sean aclarados y podamos ver no solo el mundo físico, sino el espiritual. Los ataques del enemigo no deben atemorizarnos, sino hacernos depender más de Dios para continuar y estar apercibidos de sus artimañas para no dejarle ganar terreno.
Oración
Papito hermoso, gracias por Tu poderosa Palabra que es Luz en nuestro caminar, que nos ayuda a discernir para tomar las decisiones correctas, gracias por Tu maravillosa Presencia y la unción del Espíritu Santo que me ayudan a tener una mejor vista espiritual y ganar batallas. ¡Amén!