El apóstol Pablo nos invita a una postura positiva y nos ofrece una alternativa a la vida del cristiano carnal conformado a los valores y los deseos del mundo y dice: mas bien transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento. Esa es la alternativa positiva y ese es el llamado de Dios.
Mientras nosotros estamos continuamente sometiéndonos al Señor y se da un proceso de continua muerte o de un sacrificio vivo que va perdiendo sus atributos carnales y animales y va pareciéndose más y más a Dios la Biblia habla de que entonces simultáneamente se está dando un proceso de transformación.
Pablo dice: «Sino transformaos». Esa palabra transformaos en el griego original es la palabra: metamorphousthe y quiere decir: transfórmense. Ese es el resultado final de una vida vivida en continuo sacrificio y entrega y adaptación a los valores del Reino de Dios.
Al final de nuestra vida se supone que ya nosotros hayamos llegado a un estado de transformación donde el resultado final sea radicalmente diferente al hombre inicial, a la mujer inicial que comenzó la carrera cristiana. Cuando comenzamos la carrera del Señor venimos con todo tipo de heridas, deformaciones, actitudes pecaminosas y entonces comienza un proceso de limación y de gradual eliminación de esos valores y actitudes pecaminosos y con el paso de los años se supone que lleguemos a una postura y un estado de transformación, de radical diferencia donde ya nosotros ejemplificamos y manifestamos los atributos de un ser transformado por el Poder de Dios que está en muy cercana consonancia y parecido con el carácter de Jesucristo.
Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, Oh SEÑOR, roca mía y Redentor mío.
Salmos 19:14
Hermanos se supone que a través de los años aquéllas personas que dejaron de vernos cuando nosotros éramos bebés en Cristo y ahora nos ven años pasados después puedan decir: wow, qué cambio tan grande ha dado esta persona; su rostro se ve renovado, su mirada más limpia, más pura y más inocente, su forma de hablar, de comportarse más etérea y más parecida a Cristo Jesús.
Es una transformación lo que se supone que nosotros adquiramos con el paso de los años, esa debe ser nuestra meta y debe ser el blanco hacia el cual apuntamos todos los días de nuestra vida. Cuando entramos en los caminos del Señor tenemos que decirle al Padre: Señor transfórmame, haz una metamorfosis en mi vida de manera que los que me vean en los próximos años no me puedan reconocer de lo diferente que yo sea.
De paso la palabra metamorfosis es una palabra compuesta en el griego original. Meta en griego quiere decir: cambio, morfos es de donde viene la palabra forma y se refiere a un cambio de forma pero más que un cambio de forma externa se trata más de un cambio casi como de estructura misma, es un cambio como de naturaleza casi. Por eso es que Cristo y la Palabra nos hablan de nacer de nuevo, a menos que no nazcamos del agua y del Espíritu dice la Biblia no podemos entrar en el Reino de Dios.
Con esta naturaleza caída, pecaminosa, con estas actitudes negativas y desobedientes a la Palabra del Señor nunca entraremos en el Reino de Dios tiene que darse una metamorfosis, un cambio en nosotros por medio de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas que nos lleve a ser cada vez más y más como Cristo Jesús.
La palabra metamorfosis los científicos la han usado también, la han usado para referirse al cambio que hay en un gusano cuando es transformado de su estado de gusano a mariposa. Mucha gente quizá no sabe que esas bellas mariposas con sus alas casi transparentes y de múltiples colores volando con tanta gracia a través de los jardines y del espacio originalmente eran un humilde gusano arrastrándose por la tierra.
Hace poco estaba en el campo de un estado de aquí de Estados Unidos que se llama Maine y ví un gusano muy lindo en la tierra, bastante grueso y de un tamaño no típico para un gusano y lo ví allí arrastrándose en la tierra y de momento me amaneció que un día ese gusano sería una hermosa mariposa volando por los aires. ¿Cómo se iba a dar esa transformación? uno jamás se podría imaginar ¿cómo es posible que ese insecto tan poco agradable sea de momento una mariposa preciosa que uno puede coger así en la mano y deleitándose mirándola delicada, suave, etérea.
Se ha dado un cambio, una metamorfosis. Ese gusano entra en su cocuyo y es rodeado por una corteza y se da un proceso biológico misteriosísimo y en un momento dado ese ser adentro que entra como un gusano desagradable comienza a romper esa corteza externa y cuando se libera sale una bella mariposa y así se supone que nosotros hagamos nuestra vida cristiana.
Entramos al Reino de Dios gusanos, llenos de corrupción, de pecados, de actitudes desagradables para Dios, nos metemos en el cocuyo del trato de Dios; Su obra misteriosa en nosotros, Su obra transformadora, Su Espíritu, las pruebas de la vida cristiana, el fuego, el crisol del trato de Dios en nosotros, las aflicciones del mundo vividas a la luz de la Palabra y salimos completamente transformados pareciéndonos más y más a Cristo.
De paso digo completamente tarnsformados y no es totalmente cierto. Nuestra transformación es algo continuo y nunca termina. La verdadera transformación se da cuando entramos al Reino de Dios resucitados y con una nueva vida en Cristo Jesús y una apariencia y una naturaleza completamente diferente ya listos para vivir la eternidad ante la Presencia de Dios.
Pero aquí en el mundo se supone que apuntemos hacia una vida transformada. ¿Estás tú viviendo de esa manera, estás tú conciente del llamado de Dios a ser un ser transformado? si no hoy es el día para comenzar y pedirle al Espíritu Santo que te transforme en una mariposa que glorifique el Nombre de Dios. Que el Señor te bendiga y hasta pronto, se despide de ti tu hermano en Cristo Roberto Miranda.
Que sean renovados en el espíritu de su mente.
Efesios 4:23