“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”. Deuteronomio 31:6
No te des por vencido, no es momento de dejar aquello que tanto trabajo te costo lograr, ni mucho menos estés pensando en rendirte, tú no eres de los que se rinden, tú no eres de lo que huyen, tu eres de los que con la ayuda del Señor enfrentan toda situación.
Pueda que estés débil, pueda que las fuerzas de a poco se van acabando, pero no es ninguna excusa para rendirte, ¿Quién te llamo?, ¿A quién creíste?, ¿Por quién estas aquí?, que no se te olvide que eres un llamado de Dios, que no se te olvide que has sido llamado para conquistar y no ser conquistado.
¿Quién es tu enemigo?, ¿Acaso no es alguien que ya está vencido?, ¿Acaso no es alguien que ya esta juzgado?, ¿Entonces porque esos pensamientos continuos de derrota?, El que te llamo, es suficientemente Poderoso para sacarte de cualquier hoyo por muy cenagoso que parezca, Dios lo puede hacer si tan solo confías en El, si tan solo te rindes a Él.
Ustedes son siervos y siervas del Señor, por lo tanto el enemigo querrá siempre destruirlos, pues anda detrás de cada uno de ustedes buscando como devorarlo, El sabe que entre más los aleja de la comunión continua con el Señor, son más propensos a caer en sus redes. Por tal razón, no le des gusto, no permitas que se ría de ti, ve y lucha, ve y párate firme y demuéstrale en quien has creído.
No sé que puedas estar pasando, pero no conozco algo que Dios no pueda hacer, quizá no sea el tiempo, quizá no sea el momento, ni el lugar indicado, pero ten paciencia, confía porque no conozco siervo de Dios que haya confiado en El, y que El lo halla defraudado.
¡Vamos!, ¡Ánimo!, levántate, no te menosprecies, no te creas inferior, no te creas un derrotado, tu eres un Príncipe de Dios, una Princesa del Señor, somos coherederos juntamente con Cristo Jesús, somos real sacerdocio, nación santa, pueblo escogido por Dios, para anunciar las virtudes de aquel, que nos llamo de las tinieblas a la luz.
¡Ánimo! Dios está contigo, Dios esta de tu lado, El jamás te ha abandonado, El siempre ha estado allí, nunca te dejara, jamás te desamparara, cuando pases por los momentos más difíciles de tu vida, El estará allí, de hecho El está a tu lado, te quiere abrazar, te quiere decir lo mucho que te ama y lo importante que eres para El, porque cuando te llamo sabía lo que ibas a llegar a ser cuando te tomara en sus manos, El creía en ti y sigue creyendo.
Quizá no seamos los mejores, quizá no estamos devolviendo los favores que Dios ha hecho con nosotros, pero de algo si debes estar seguro y es que El te sigue amando como en el primer día que te encontró, como ese día que estabas perdido, perdida, sin esperanza, deseando quizá la muerte, sin un sentido de vida, despreciado, mas Dios en su infinito amor te vio con ojos de perdón, creyó en ti, te lavo los pecados, limpio tu rostro y permitió que de tu boca comenzaran a brotar esas sonrisas verdaderas, que son la consecuencia de sentir un gozo que solo proviene de Él.
Dios quiere verte sonreír nuevamente, el anhela ver tu sonrisa, quiere verte feliz porque para eso te ha llamado, no llores mas, no te sientas triste, Dios está contigo, no te sientas sola, el siempre ha estado a tu lado, solo deja que te abrace, ¡Vamos! No te niegues más a su abrazo, dispón tu corazón porque El quiere ministrar tu vida en este momento, no pongas excusas, no permitas que el prejuicio te robe este momento, simplemente se tu delante de Él, calla, no tienes que decir nada, Dios lo sabe muy bien, solo deja que te abrace y te haga sentir lo valioso que eres para El.
Dios esta abrazándote fuertemente, ¿Puedes sentir su presencia?, yo sí, no llores, al contrario sonríe, porque Dios te está demostrando cuando te ama. Dios levanta tu rostro y quiere limpiar tus lágrimas, El te ve a los ojos y te dice:
¡Ánimo!, Yo estoy contigo.