Esta mañana desperté en una visión, y en esta visión vi a un ángel del Señor con una espada en una mano y un pergamino en la otra. Había sido enviado con una misión, pero no estaba solo. Detrás de sus hombros se encontraba un ejército de ángeles que había sido comisionado a tu favor. Ellos sostenían una espada para la batalla en una mano y el pergamino del cielo en la otra. En este pergamino se contenían estrategias, misterios, revelación, entendimiento, conocimiento y provisión.
El Espíritu de Dios me habló y dijo: “Al igual que con Daniel, Él te escuchó la primera vez que oraste. Daniel 10:12) Ha visto tu fe y ha oído tu petición. Sabe la batalla en la que te has encontrado, y sabe que esta ha sido una hora en la que has tenido que luchar por las promesas de Dios, pero Él dice: no temas ni te desanimes. ¿Acaso no dijiste que a través de tu fe y paciencia heredaras la promesa? (Hebreos 6:12) Ahora, estoy enviando ángeles guerreros a tu favor y liberando para ti la estrategia y la provisión del cielo.”
Prepárate, porque la batalla no es tuya, es del Señor. Profetizó que estás siendo liberado de tu guerra, y todo plan, trampa y esquema del enemigo está siendo destruido en el nombre de Jesús. Cada flecha de fuego que ha sido lanzada contra ti, declaró que será derribada en el nombre de Jesús.
Profetizó un punto de inflexión en tu vida a partir de este día, y la red en la que sientes que has estado atrapado se está rompiendo. Por cada área donde casi has perdido la esperanza y has estado a punto de rendirte, profetizó un nuevo viento que llenará tu ser, y la esperanza será restaurada.
Isaías 40:31 Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán el vuelo como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
Al renovarse y restaurarse la esperanza, te llevarás en alas como las águilas, correrás y no te cansarás, caminarás y no te fatigaras. Esta es la hora; levántate, hijo, levántate, hija. Come el pergamino que te está siendo entregado (Ezequiel 3:1-3) y asciende a nuevas dimensiones de gloria. En el poderoso nombre de Jesús. (Una palabra de Tyler Medina)
Salmos 91:11-12 El Señor mandará sus ángeles a ti, para que te cuiden en todos tus caminos ellos te llevarán en sus brazos, y no tropezarán tus pies con ninguna piedra.
Con amor y oraciones,