«Los que edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada.» Nehemias 4:17 (RV60)
Nehemías conocía la clase de enemigo al que se enfrentaba, por lo que involucró a todos los que estaban comprometidos con la obra a continuar en ella llevando espadas y permaneciendo alertas y preparados para el ataque.
La Biblia nos enseña que como creyentes enfrentaremos guerras, pero estás no son físicas sino espirituales, por lo tanto, nuestras armas también. Muchas veces perdemos batallas porque se nos olvida la naturaleza de nuestra batalla y no utilizamos las armas que el Señor nos ha dejado para vencer. Una de ellas es Su Espada, Su Palabra enviada y declarada con fe. Cristo venció al Tentador con La Palabra… ¿Por qué nosotros no lo hacemos? Muchas veces porque nos falta fe, otras, porque leemos tan poco la Palabra que nos falta conocimiento, y por falta de conocimiento Su pueblo perece. Tenemos que trabajar, pero al mismo tiempo tenemos que tener la Espada y estar preparados ante cualquier ataque para reconocerlo, para protegernos y vencerlo. Es importante vivir preparados con Su Palabra hecha vida en nuestra vida, Ella no solo es para cuando estamos en la iglesia, ella es parte integral de nuestro ser, nos nutre, nos fortalece, nos anima, nos guarda, nos hace prosperar y hasta ganar batallas. El reto es leerla y deleitarnos en ella, pero sobre todo, ¡ponerla por obra!
Oración
Señor, ¡qué Bueno eres! Sabías que tendríamos batallas y nos dejaste armas poderosas no solo para defendernos y ganar. No dejes que olvide la naturaleza de esta batalla, para que no pelee contra mis hermanos o circunstancias. Afila mi boca con Tu Palabra para la batalla, así como mis rodillas en oración, Te lo pido en el Nombre de Jesús. ¡Amén!