EFESIOS 5:11-12 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; 12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto,
Como familias cristianas tenemos que reconocer que en la sociedad en la que vivimos muchas veces nos encontramos rodeados de ciertas prácticas y creencias que contradicen los principios de la fe que nuestro Dios nos ha dado.
En la palabra de Dios podemos ver que desde la antigüedad, el Señor ha instruido a su pueblo a NO INVOLUCRARSE EN PRÁCTICAS OCULTAS, las cuales buscan manipular a las personas, influir en el futuro y la suerte, o comunicarse con los muertos.
Y como familias cristianas tenemos que tener claro que ESTAS PRÁCTICAS SON OFENSIVAS PARA DIOS Y DESVÍAN NUESTRA CONFIANZA EN ÉL, es por eso que en el texto que hemos leído para comenzar dice: Y NO PARTICIPÉIS EN LAS OBRAS INFRUCTUOSAS DE LAS TINIEBLAS, sino que tenemos que reprenderlas.
Hoy veremos por medio de la palabra de Dios algunas de estas prácticas que como familias cristianas no debemos practicar sino que las tenemos que reprender, y veremos cómo, en lugar de depender de objetos o rituales, NUESTRA SEGURIDAD Y ESPERANZA DEBEN DESCANSAR ÚNICAMENTE EN DIOS Y EN SU PALABRA.
¿CÓMO PODEMOS ALEJAR A NUESTRA FAMILIA DE LAS TINIEBLAS?
I) NUNCA DEBEMOS CONSULTAR A LOS MUERTOS
(ISAÍAS 8:19) Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?.
La palabra de Dios nos hace una pregunta muy importante: ¿Por qué buscar la guía de los muertos cuando tenemos a un Dios vivo que nos ha dado Su palabra?
Consultar a los muertos a través de médiums o centros espiritistas OFENDE GRAVEMENTE A DIOS, pues Él es la fuente de toda sabiduría y dirección para nuestra vida (Isaías 45:11) Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.
Como cristianos, nuestra dirección y nuestra guía debe provenir de Dios, no de prácticas espiritistas.
II) NO DEBEMOS USAR TALISMANES O AMULETOS
(EZEQUIEL 13:18) y di: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?.
En el texto que hemos leído para comenzar Dios reprende a los falsos profetas y profetisas en Israel que engañaban al pueblo con prácticas mágicas. Ya que ellos hacían y vendían «vendas mágicas» y «velos» para engañar y manipular a las personas.
Las «vendas mágicas» se refieren a objetos que estas profetisas usaban o vendían, probablemente como amuletos o talismanes, con la intención de manipular o proteger a ciertas personas, utilizando hechicería o poder falso.
Un amuleto es un objeto al que se le atribuyen poderes sobrenaturales. Lastimosamente algunas madres cristianas aún colocan en sus hijos objetos como el “ojo de venado” para protegerlos de daños o del “mal de ojo».
Como cristianos, nuestra única confianza PARA NUESTRA PROTECCIÓN debe estar en Dios, no en objetos ni en rituales. (Salmos 18:2) Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
III) NO DEBEMOS USAR SORTILEGIOS NI BUSCAR A SORTILEGOS PARA TRATAR DE CONOCER EL FUTURO
(DEUTERONOMIO 18:10) No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,
La palabra «SORTÍLEGO» significa “lector de la suerte”; un sortílego emplea métodos como el tarot (cartomancia), la lectura del café (cafeomancia) o de la palma de la mano (quiromancia) para predecir el futuro.
Los pueblos paganos usaban estas prácticas para tomar decisiones
Consultaban el hígado de animales para conocer el futuro (Ezequiel 21:21) Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación; ha sacudido las saetas, consultó a sus ídolos, miró el hígado.
Consultaban las estrellas, los astros y constelaciones para predecir el futuro (2 Reyes 23:5) Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodíaco, y a todo el ejército de los cielos.
Pero nosotros como familias cristianos debemos saber y confiar que es el Señor quien dirige nuestro camino. (Salmos 25:12) ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.
IV) NO DEBEMOS SER AGOREROS NI CREER EN AUGURIOS
(LEVÍTICO 19:26) No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos.
Un agorero es una persona que predice desdichas sin fundamento. En las culturas griega y romana, el agorero usaba el canto de algunas aves para hacer presagios.
Hoy en día, muchos cristianos mantienen costumbres que no son agradables a Dios, atribuyendo malas señales o MALOS AUGURIOS a los cantos de las lechuzas, mariposas negras u otros animales.
La Biblia es clara, y nos demuestra que todo lo que ocurre en nuestra vida y en el mundo depende de Dios, no de señales de la naturaleza ni de animales. (Lamentaciones 3:37-38) ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? 38 ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?.
V) NO DEBEMOS VISITAR HECHICEROS NI ENCANTADORES
(LEVÍTICO 19:31) No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminados con ellos. Yo Jehová es vuestro Dios.
Un hechicero emplea encantos y hechizos para influir en acontecimientos y en la voluntad de las personas.
Como familias cristianas debemos saber muy que recurrir a trabajos de brujería, aguas encantadas o amuletos, es algo que desagrada profundamente a Dios. En la ley de Moisés, la hechicería tenía pena de muerte. (Éxodo 22:18) A la hechicera no dejarás que viva.
CONCLUSIÓN: Si como cristianos hemos estado usando o confiando en talismanes, consultando a sortílegos o visitando a hechiceros, debemos arrepentirnos sinceramente y renunciar a toda obra del enemigo. La Biblia nos enseña a destruir todo lo relacionado con poderes ocultos o satánicos. (Hechos 19:19) Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. Por tanto, apartemonos de las tinieblas y vivamos en la luz, porque “mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo.” (1 Juan 4:4) Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.