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Al tiempo de Dios

Usted sabe que el tiempo de Dios no es el mismo que el de nosotros, y eso lo aprendemos a través de la escritura.

El tiempo de Dios lo llamamos Kai-rós y el tiempo del hombre Cronos, y esta diferencia se debe a que aunque ambos se refieren a lo miso, TIEMPO, se miden de diferente manera.

Cuando Dios habla en su tiempo de algo que se ha de llevar a cabo o algo que así lo determina Él en su soberanía, no da fechas exactas, en algunos casos da una especia de síntomas o acontecimientos que sucederán de lo que ha de venir, como lo podemos leer en Mateo 24:32-33 “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.

De hecho este capítulo 24 de Mateo está lleno de señales marcando algo muy especial de Dios, no nos da fecha pero si los acontecimientos que rodearían la culminación de lo que a de suceder. 

¿Qué tenemos que hacer? Estar atentos!.

En la mayoría de los casos cuando decreta lo que ha de pasar, solo avisa lo que sucederá y en alguno de estos casos con varios cientos de años o miles como en otro.

Leemos en Génesis 15:4-5 la promesa dada a Abraham “Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.

Vamos a recordar un poco de aquí, Abraham le esta argumentando a Dios de que no tiene descendencia, así que Dios lo hace que capte el tamaño de la promesa.

Como me hubiera gustado ver la cara de Abraham al momento que Dios le dice que cuente las estrellas; que promesa tan grande, ¿se imaginan el cielo que debió haber visto Abraham? No el que tenemos ahora que entre la luz artificial de las ciudades y la contaminación hay muchas estrellas que se pierden a nuestra vista.

Le está dando la promesa, sin embargo no se le está marcando un tiempo, además de tener una descendencia tal no se podría enmarcar en un tiempo determinado (humanamente hablando), la descendencia de Abraham hasta hoy se sigue dando, la nación Judía sigue creciendo.

Dios le está prometiendo lo mas anhelado por el ser humano, sobretodo en ese tiempo, descendencia y se la promete en grande, cosa que Abraham lógicamente no vio, pero si el comienzo, Isaac.

Para Dios no hay cosa chica o grande para cumplir, Dios es un Dios omnipotente y nuestra FE y obediencia tiene mucho que ver en esto, ahora bien eso no quiere decir que si confío más Dios actuara más rápido o viceversa.

Pero algo si es cierto, la confianza nos ayuda a esperar en Dios sin desesperarnos.

Con Dios el tiempo no se apresura, el nuestro pareciera que siempre lo estamos presionando, hacemos esto o el otro para que sea más rápido todo y desafortunadamente habrá ocasiones que saldrán mal, y leemos en Efesios 5:16 “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”. Como quien dice no lo malgastemos.

Cuántas veces hemos tenido la expresión “Solo perdí el tiempo” y esto es por diversas razones.

Cada minuto cuenta y o se invierte o se gasta, desafortunadamente no se puede guardar como si fuera cuenta de banco.

Dios tiene un plan para todas las cosas y nada se escapa de Él. Todo tiene su tiempo Eclesiastés 3:1-8

(v1) “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

(v2) Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;

(v3) tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;

(v4) tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;

(v5) tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;

(v6) tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

(v7) tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;

(v8) tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz”.

Todo esto, el Kai-rós (tiempo) de Dios es oportuno, nunca llegaran las cosas ni pronto ni tarde, y el que aceptemos alguno de estos como el tiempo de morir, llorar, perder, callar, dependerá de la paz que estemos viviendo con Dios, lo que nos ayudara a aceptar lo que el disponga al tiempo que Él marco.

(Ahora bien, no intente manipular las escrituras, por ejemplo cuando leemos que es tiempo de odiar, definitivamente no debemos de odiar a las personas, más bien los actos que se hacen, las faltas y trasgresiones, el espíritu negativo que traen que provocan que las personas hagan tal o cual cosa, eso si debemos de aborrecer el pecado que se está haciendo que es lo que provoca separación de Dios)

Y me regreso a la vida de Abraham y Sara y ella concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez en el tiempo que Dios le había dicho (Génesis 21:2).

No fue nada fácil para ella el cumplimiento de la promesa, no tanto para Abraham, darse cuenta que era una mujer bastante mayor, que su tiempo de fertilidad había mucho tiempo atrás que había pasado.

Bueno el caso es que no entendió los tiempos de Dios, simplemente decidió que su esclava diera a luz por ella, y su esposo lo acepto, o sea que determinaron el tiempo de Dios.

En algún momento ya vimos la gran equivocación que cometieron y que desafortunadamente hasta el día de hoy se siguen pagando las consecuencias.

Y eso nos sucede muy a menudo a los seres humanos, presionamos de tal manera nuestro tiempo que las consecuencias no siempre nos agradan.

Definitivamente esperar es difícil, sobre todo cuando pensamos que las cosas no están saliendo como lo esperamos, cuando creemos que no va a cambiar nada o se ve imposible, lo que nos mete no solo en estrés, lo peligroso sería que empezáramos a dudar de que Dios tiene las cosas bajo su control y que todo será conforme así Él lo dispuso, podríamos decepcionarnos o incluso en caso extremo caer en rebelión ante lo que el determino.

Qué fácil es que entremos nos decepcionemos y hasta entremos en depresión pensando que Dios no nos escucha o que no nos ama.

Y entonces le estamos dando oportunidad a Satanás que haga de nosotros como él quiera, y créame hará fiesta el sujeto.

Usted, yo manejamos el tiempo con un reloj en mano y muchas veces usamos el termino, ¡voy contra reloj! Que irónico, no nos damos cuenta que cuando intentamos hacer eso estamos dejando nuestra salud en el camino.

Dios maneja los tiempos de maneras tan distintas, y tal vez la mayoría de las veces no logremos entender los “porque”, pero lo lindo y noble de esto es saber que Dios quiere lo mejor para nosotros y solo Él sabe qué día y a qué hora. Él tiene el control.

Aun a Cristo se le negó saber un tiempo, lo leemos en Marcos 13:32 “Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre”.

No olvide que el Señor nos dará las cosas, las respuestas cuando más conveniente sea, al momento justo, al perfecto tiempo de Dios.

No eche a perder lo que Dios pretende hacer con usted a su vida.

El rey David lo expresa de una manera muy sabia Salmo 37:3-5 “Confía en Jehová y haz el bien y habitarás en la tierra y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, y El te concederá las peticiones de tu corazón, encomienda a Jehová tu camino espera en El y El hará”.

Mientras espera a que Dios haga: Deléitese delante de Él y con Él.

Que a su debido tiempo se gozará de las muchas bendiciones que recibirá cuando nuestro Señor y Dios le concedan aquello que está en su corazón y créalo, llegara en el preciso, justo y perfecto tiempo de Dios.

AMÉN

Fuente:
Pastora: Rosamaría Segura

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