Hay días en los que te despiertas con un objetivo predeterminado, cuando la noche anterior verificaste tu agenda y preparaste todo para el día siguiente, listo para emprender la tarea. Pero luego suena el teléfono o tocan el timbre de la puerta, y recibes noticias inesperadas, algo para lo cual no estabas preparado, algo que cambia todo lo que ya habías planeado.
Recientemente, tuve uno de esos días en los que todo cambió de repente y tuve que hacer frente a circunstancias inesperadas que me causaron mucho dolor y pena por la inesperada muerte de un viejo colega,de 87 años quién vivia en en estado de escasez y tuve la bendición de evangeiizarlo tres años. Pero me queda la sastifación de la misión cumplida !! id por todo el mundo y predicad el Evangelio de Jesucristo ¨Marcos 16:15¨
Al leer la Palabra de Dios, me encuentro con el relato de Jesús, quien también experimentó uno de esos días. Los discípulos de Juan el Bautista se acercaron a Jesús para darle las noticias del momento: Juan, el hombre que vino para preparar el camino al Señor y que lo bautizó, había sido decapitado. Los discípulos contaron que habían tomado su cuerpo y lo habían enterrado. Jesús tuvo que enfrentar la noticia de que su primo había fallecido y, al no haber nada más que pudiera hacer, decidió apartarse a un lugar desierto y apartado.
El dolor que Jesús sentía en ese momento lo llevó a apartarse por un momento de su llamado. Quería estar solo, ni siquiera permitió que sus discípulos lo acompañaran. A veces, la pérdida de un ser querido, unos sumerge en un dolor tan profundo que nos hace desenfocarnos de los propósitos establecidos por el Padre Celestial.
Sin embargo, la gente escuchó lo que le había ocurrido a Jesús y, en lugar de ir cada uno a su propio camino, lo siguieron a pie desde todas las ciudades. La multitud llegó al lugar donde Jesús se encontraba y esperó allí hasta que Él saliera. Esta vez, no estaban impacientes por presenciar un milagro, aunque la multitud estaba compuesta por personas necesitadas que esperaban que Jesús los atendiera. Según el Evangelio de ¨Mateo 14:14¨, dice: «Jesús salió, y al ver a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los enfermos que había entre ellos».
La palabra «compasión» proviene del término griego «splanchnizomai», que significa sentir una profunda compasión o piedad. Los griegos consideraban que las entrañas eran el lugar de origen de las emociones fuertes y poderosas (splanchna). Para los hebreos, las entrañas eran el lugar de donde surgían los sentimientos de afecto, compasión, simpatía y piedad.
Cuando Jesús sintió compasión por la multitud, surgieron desde lo más profundo de Él las tiernas misericordias que lo llevaron a identificarse con las necesidades que esas personas padecían. La piedad de Jesús por la humanidad lo llevó a querer suplir sus necesidades y a no ser indiferente al dolor y las necesidades humanas.
En su compasión, Jesús sanó, liberó y satisfizo el hambre y la sed de la multitud que lo seguía. Otro de los acontecimientos destacados en este pasaje de Mateo 14 fue la preocupación de los discípulos por la multitud. Al ver que ya era tarde y estaban en un lugar desierto, se acercaron a Jesús y le sugirieron que despidiera a la multitud para que pudieran ir a comprar comida en otro lugar.
Puedo imaginar a los discípulos revisando sus alforjas para ver qué les quedaba, como muchos de nosotros revisamos la despensa cuando hay mucha gente en casa para ver si alcanza. Su análisis los llevó a la conclusión de que no tenían suficiente para alimentar a esa multitud. Por eso estaban preocupados y querían despedir a la gente para que fueran a buscar comida en otro lugar.
La respuesta de Jesús los dejó perplejos. Les dijo que ellos mismos alimentaran a esa multitud, que no había necesidad de que se fueran. Esa no era la respuesta que esperaban de Jesús. Pensaban: «¿Cómo podemos dar de comer a esta multitud con solo cinco panes y dos peces? No es suficiente
EL PODER DE COMPARTIR JESUS TRANSFORMA ESCASEZ EN ABUNDANCIA
Por eso Él es llamado el Dios de lo imposible, porque de cinco panes y dos peces alimentó a una multitud de más de cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y niños, y todos se saciaron. Además, se recogieron doce canastas llenas de los pedazos que sobraron. Esto es lo que sucede cuando compartimos nuestro pan con el hambriento y, no solo eso, cuando damos lo que tenemos y lo ponemos en las manos de Jesús, nunca nos faltará pan ni aceite. Esto fue lo que Elías le dijo a la viuda de Sarepta: «La harina en la tinaja no se agotará y el aceite en la vasija no disminuirá». ¨1 Reyes 17:14-16¨.
Elías llegó a la casa de la viuda cuando esta estaba recogiendo leña para cocinar la última comida que le quedaba a ella y a su hijo, solo un puñado de harina y un poco de aceite. Él le pidió que hiciera una torta para él primero y que luego cocinara para ellos dos. En la mente de la viuda, la idea era comer lo último que le quedaba con su hijo y luego esperar la muerte. Pero Dios, quien conoce los pensamientos y las intenciones del corazón, envió al profeta para cambiar esa situación, porque lo que esta mujer estaba viviendo era resultado de la declaración profética que Elías había hecho sobre la nación.
El profeta estaba cómodo junto al arroyo, tenía agua y los cuervos le llevaban alimento. No necesitaba nada más, tenía lo necesario. Pero Dios sabía quién necesitaba su ayuda. Así que secó el arroyo y dejó de enviar a los cuervos, con el propósito de interrumpir la comodidad de Elías, porque alguien estaba pensando en comer lo único que tenía para después morir. Dios actuó por amor a esa viuda y a su hijo, porque su Palabra dice que. Él es el Padre de los huérfanos y el defensor de las viudas. ¨Salmos 68:5-6 RVR1960¨
Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad; Mas los rebeldes habitan en tierra seca.
Dios secó la fuente de sustento de su profeta para llevarlo al lugar donde solo se estaba pensando en comer lo que había,sin la esperanza de volver a tener porque ya no hay más ni lugar alguno donde buscar. Sin la esperanza de volver a tener porque ya no hay mas ni lugar alguno donde buscar. Dios le dice a Elías vete a Sarepta de Sión allí le he dado orden a una viuda que te sustente. ¨1 Reyes 17:9-16 RVR1960¨
Al Elías llegar al lugar que Dios lo envió se encuentra que solo hay un puñado de harina y un poquito de aceite, pero esto motivo al profeta para provocar un milagro de multiplicación en la casa de la viuda. Mujer la harina no te va a faltar en la tinaja, el aceite tampoco, sabes por que? el que le da a un profeta bendicion de profeta recibe, el que da de corazón y comparte su pan con el hambriento no sufrira de escases ni de hambre. El que pone lo suyo en las manos del Señor todo lo que tiene le será multiplicado, Jesús necesitaba enseñarles a sus discípulos que la necesidad nuestra no nos puede hacer indolente antes las necesidades de los demás.Para los discipulos los cinco panes y los dos pecados eran suficientes para ellos, pero no para compartirlo con otros
Necesitamos llenarnos de Fe para desprendernos de lo poco o mucho que tengamos, si de lo poco, porqué de lo poco Jesús se agradó más de la ofrenda de la viuda. (Marcos 12:43−44) “… esta viuda pobre echó más que todos los que han echado al arca, “porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento, Jesucristo dijo que dio “de su pobreza” y que echó “todo su sustento”.
¨Eclesiastés 11:4¨. El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará. Si nos ponemos a mirar a las circunstancias para hacer el bien y decimos que el tiempo es malo,y guarda lo que tienes, entonces no gozará de la bendición de Dios,y siempre estaremos en necesidad.El que siembra escasamente también escasamente segará.
