Dondequiera que vayan, prediquen este mensaje: «El reino de los cielos ha llegado». Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsen a los demonios. Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente (Mateo 10:7-8)
¡Qué Palabra deja El Señor sobre tus hombros! «Ve y predica este mensaje». Este y no otro. No agregues ni quites.
Quizás has oído que las enfermedades son la manera que Dios usa para castigar.
No hay base bíblica para esto.
De hecho, Jesús cuando estuvo en la tierra demostró aborrecer las enfermedades y por ésto sanaba a todos.
El diablo te dice lo contrario para confundirte y así lograr su objetivo.
Tu aeróbico es hacer un alto e ir a la Palabra y descubrir en ella lo que Jesús hizo mostrando y enseñando a todos lo que Su Padre, el Dios invisible, quería revelar a través Suyo.
Jesús hizo y habló todo lo que vió hacer y oyó decir a Su Padre.
Jesús con la Palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: «Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias». (Mateo 8:16-17; Isaías 53:4)
Él es El Sanador. Él quiere sanarte hoy.
Pastora Rosalía Jiménez
