TESALONICENSES 5:14 también os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.
Este día continuamos estudiando las palabras de exhortación que el apóstol Pablo les dio a los cristianos de la iglesia de Tesalónica, y esas palabra de exhortación también deben ser tomadas para la iglesia en la actualidad.
En el texto que hemos leído para comenzar el apóstol Pablo hace un llamado a tener un CAMBIO DE ACTITUD para con las personas OCIOSAS, DESANIMADAS Y DÉBILES, y ese cambio de actitud es porque muchas veces nosotros tomamos actitudes equivocadas de INDIFERENCIA, ENOJO, MENOSPRECIO Y RECHAZO hacia las personas que tienen esas características en nuestra familia, en nuestro lugar de trabajo, en nuestro centro de estudios y en la iglesia.
Hay dos palabras que hoy en día se usan mucho en el tema de la motivación personal: EL COACH Y EL MENTOR, ¿cual es la diferencia entre ambos? El coach se basa principalmente en alcanzar objetivos y resultados inmediatos, pero el mentor en cambio se enfoca en el desarrollo, aprendizaje y crecimiento de la persona.
Nosotros como hijos de Dios debemos convertirnos en MENTORES que aconsejan, que motivan e inspiran a otras personas por medio de la palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo, ya que la sociedad necesita buenos mentores, nuestros hijos necesitan buenos mentores.
¿CUÁLES SON LAS ACTITUDES CORRECTAS QUE TENEMOS QUE TENER HACIA NUESTROS PRÓJIMOS?
I) TENEMOS QUE AMONESTAR A LOS OCIOSOS (VS 14a) también os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos
OCIOSO: Se refiere a una persona que no hace nada, que no trabaja, que se la pasa el tiempo quejándose y que no se esfuerza por hacer algo productivo.
No debemos confundir los tiempos o momentos de ocio, es decir de descanso, de esparcimiento, con vivir ociosamente, es decir nunca trabajar, ni estudiar, ni colaborar en casa, ni hacer nada.
Una persona ociosa es alguien que tiene toda la capacidad para trabajar, para ayudar, para estudiar, o para hacer o aprender algo de provecho pero que NO QUIERE hacerlo.
El apóstol Pablo hace este llamado a los cristianos de la iglesia de Tesalónica pues él sabia que ahi habian algunos hermanos que estaban viviendo ociosamente (2 Tesalonicenses 3:10-13) Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. 12 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. 13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
Tenemos que comprender que los ancianos, abuelos, etc no son personas ociosas, ellos ya trabajaron, y muchos de ellos aún hacen más que muchos jóvenes ociosos.
En el texto se nos dice que la ociosidad debe ser amonestada, AMONESTAR: Reprender severamente a una persona por un error o una falta que ha cometido, para que no la vuelva a cometer.
Es decir que la ociosidad no es algo que deba ser aceptada, ni promovida, sino al contrario, pues la palabra de Dios nos muestra que la ociosidad es algo que no agrada a Dios:
La ociosidad era uno de los pecados que llevaron a la destrucción de Sodoma (Ezequiel 16:49) He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso.
La ociosidad es una de los caminos seguros a una vida de escasez y pobreza (Proverbios 28:19) El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza.
También tenemos que cuidarnos de la ociosidad espiritual, pues muchas veces somos diligentes para las cosas del mundo, para nuestro trabajo, para los estudios, pero lastimosamente no hacemos nada para el reino de Dios y peor aún, nos oponemos a que otros hagan algo para el Señor, nos volvemos MENTORES NEGATIVOS para nuestros hermanos en la fe pues desanimamos a los que sí quieren trabajar para el Reino de Dios. (Mateo 23:13) Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
II) TENEMOS QUE ALENTAR A LOS QUE ESTÁN DESANIMADOS (1 TESALONICENSES 5:14b) también os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, QUE ALENTÉIS A LOS DE POCO ÁNIMO,
Posiblemente alguna persona que conocemos está terminando él año con mucho desánimo en su corazón, y no podemos ser indiferentes al desánimo en el corazón de ellos ya que muchos de ellos son nuestros hijos nuestro cónyuge, o hermanos de nuestros ministerios, o miembros de nuestra congregación, pues como lo dice una frase “El desánimo es más contagioso que la gripe”
Es por eso que tenemos que tomarnos el tiempo de ALENTAR a los de poco ánimo, NO CRITICANDOLOS, NO CON ACTITUDES DE BURLA O DE RECHAZO, pero, ¿cómo lo hacemos? MOTIVÁNDOLOS para que se acerquen al Señor, pues el único que puede poner ánimo en nuestra vida es nuestro Dios (Isaías 40:29) Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
La palabra ALENTAR es la palabra griega PARAKALEO que significa llamar al lado o estar a lado de alguien, eso es lo que necesitamos hacer para alentar a los de poco ánimo, ACERCARNOS A ELLOS.
¿Por que es tan importante alentar a los de poco ánimo? Porque satanás es tan astuto que lo primero que hace cuando una personas está desanimada es alejarla de Dios ¿cuántas veces hemos escuchado decir a un cristiano que no está llegando a la iglesia porque está desanimado? ¡MUCHAS! Eso es exactamente lo que satanás quiere, desanimarnos para que nos alejemos del camino de Dios, y cuando nos alejamos de los caminos de Dios a nuestra vida viene aún más desánimo pues las cosas no irán bien en nuestra vida, pues nuestro Señor Jesucristo lo ha dejado claro (Juan 15:5) Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
III) TENEMOS QUE SOSTENER A LOS DEBILES (1 TESALONICENSES 5:14c) también os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, QUE SOSTENGÁIS A LOS DÉBILES,
La palabra en el original de sostener significa: agarrar fuertemente, es decir que como cristianos debemos ayudar a otros cristianos a NO CAER, A NO APARTARSE, A NO RENDIRSE.
Tenemos que sostener a los débiles, y primeramente en nuestra familia, para que no caigan en cualquier cosa que puede dañar sus vidas: vicios, adicciones, malas amistades, relaciones destructivas, etc.
Tenemos que comprender que dentro de esos débiles pueden estar los niños y jóvenes que ya sea por la curiosidad ,por su inexperiencia o por lo atrayente del mundo y del pecado pueden ser presas fáciles del enemigo, por eso nosotros
debemos sostenerlos, agarrarlos fuertemente, y no en nuestra fuerza sino en la de nuestro Dios.
Pero tenemos que comprender que sostener al débil no significa que nosotros los vamos a sostener siempre, es decir, no significa que ellos van a permanecer débiles, necesitamos enseñarles que tienen que fortalecer su vida en Dios (Efesios 6:10) Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
IV) TENEMOS QUE SER PACIENTES CON TODOS (1 TESALONICENSES 5:14D) también os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.
Esto quizás sea lo que nos parezca más difícil de llevar a la práctica pues muchas veces hay personas que simplemente “NOS HACEN PERDER LA PACIENCIA” son personas a las cuales les llamamos “Personas complicadas” porque son personas difíciles de amar y de relacionarse con ellas, pero la palabra de Dios nos declara que TODO LO PODEMOS EN CRISTO (Filipenses 4:13) Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
También tenemos que ser pacientes con nuestros padres cuando son ancianos (Proverbios 23:22) Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
Tenemos que ser pacientes con nuestros hijos (Colosenses 3:21) Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.
Tenemos que ser pacientes con nuestros jefes, aun con aquellos que son difíciles de soportar (1 Pedro 2:18) Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar.
El Señor nos dice a cada uno de nosotros: Recuerda la paciencia que yo te he tenido a ti (2 Pedro 3:9) El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
FUENTE: PASTOR OSCAR fLORES / EL SALVADOR