
Santiago 4-8 nos da una invitación clara y profunda, Si buscamos a Dios con sinceridad, Él se manifestará en nuestra vida. Sin embargo, también nos advierte que nuestra lealtad no puede estar dividida entre Dios y el mundo.
Hoy en día, muchas personas desean estar cerca de Dios, pero al mismo tiempo, sus corazones están ocupados por los placeres, preocupaciones y deseos de este mundo. La palabra nos llama a tomar una decisión: limpiarnos de todo aquello que nos aparta de Dios y vivir con un corazón íntegro para Él.
Acercarse a Dios no es solo un acto momentáneo, sino una entrega constante. Es decidir cada día vivir en obediencia, apartándose del pecado y buscando la santidad. Es reconocer que nuestra alma solo encontrará paz y propósito en Su presencia.
Si anhelas una relación más profunda con Dios, da el primer paso. Él está esperando con los brazos abiertos para recibirte, restaurarte y llenar tu vida de Su amor y dirección. ¿Qué estás dispuesto a dejar atrás para acercarte más a Dios?