No se desalienten ni entristezcan, porque el gozo del Señor es su fuerza! Nehemías 8:10
Creo que esta es una temporada en la que el Señor desea traer sanidad profunda y renovación a nuestras almas, posicionándonos para reinar victoriosamente con Cristo en la plenitud de Sus promesas. Así como el Señor, nuestro Pastor, restauró el alma de David en el Salmo 23, Él desea hacer lo mismo con nosotros.
Recientemente escuché al Señor decir: “Esta es una temporada en la que daré belleza por cenizas de maneras amplificadas. Mi función transformadora destruirá yugos de opresión, desesperanza y ataduras que resultaron de ello. Se derramará en gran medida. Las heridas del alma serán sanadas, trayendo recuperación completa a mi pueblo. Daré aceite de gozo en lugar de luto y vestiduras de alabanza en lugar de espíritu de abatimiento.”
Mientras oraba y meditaba en esto, el Espíritu Santo trajo a mi memoria una palabra profética de hace varios años y le añadió un nuevo entendimiento. Esta fue la palabra: “Ha llegado a su plenitud un tiempo sobrenatural de intercambio que liberará a Mi pueblo para vivir en la libertad que Yo he dispuesto para ellos. Muévanse y vivan en la realidad de lo que les he prometido. Entren en las dimensiones de poder que les he provisto. Dejen atrás las cenizas que sus enemigos usaron para manchar su alma y oscurecer sus tiempos. Suelten el dolor ardiente y abrasador que trajo el príncipe de las tinieblas. Vístase con ropas nuevas, creadas a partir de las promesas que su Príncipe de Paz les ha dado. Vivan en la realidad de Mi identidad revelada a los coherederos—Mi naturaleza y vida dentro de ustedes. Vivan como hijos de Dios. Vivan la vida de Dios en su vida natural, llenos del Espíritu Santo.
Vengan al lugar del gran intercambio. ¿No es Mi altar el lugar santo del intercambio? Tus pecados por Mi vida eterna. Tus cadenas por Mi libertad. Tu culpa por Mi perdón. Tu vergüenza por Mi inocencia. Tu condena por Mi aprobación. Tu debilidad por Mi fuerza. Tus obras vacías por Mi gracia. Tus derrotas por Mi victoria. Tus temores por Mi valentía. Tus fracasos por Mi éxito. Tu enfermedad por Mi sanidad. Vengan a Mí todos los que están cansados y cargados, y Yo les daré descanso. Reciban de nuevo el favor sobrenatural que he puesto sobre ustedes. Están marcados por el favor sobrenatural. Entiendan los privilegios de este intercambio, las promesas fieles y verdaderas, vigiladas y cumplidas para ustedes. Entren a la realidad de Mi gran intercambio. Dame tus cenizas, y yo te daré belleza. Dame tu duelo, y Yo te daré gozo. Derramaré sobre ti aceite que sana. Dame tu abatimiento, y Yo te daré cantos de gratitud. Dame tus ropas de luto, y Yo te daré vestiduras de alabanza. Recibe la unción que fluye desde el cielo. Participa del tiempo sobrenatural que te doy. Disfruta los beneficios de Mi gran intercambio.”
UNA NUEVA MEDIDA DE GOZO
Mientras reflexionaba en esta palabra profética, el Espíritu Santo me llevó a Isaías 61. Al leerlo, supe que este pasaje es una palabra KAIROS, una palabra para el AHORA, soplada frescamente sobre el Cuerpo de Cristo, trayendo viento fresco, vida fresca y poder fresco. Y escuché al Espíritu decir: “En esta temporada estoy derramando una nueva medida de Mi gozo. Estoy derramando el aceite de gozo.” Nehemías 8:10 nos recuerda que el gozo del Señor es nuestra fuerza. Cuando llega el gozo, la fuerza se activa. Y lo contrario también es cierto: la desesperanza nos debilita. El Espíritu Santo está liberando una oleada de gozo para fortalecer a los hijos e hijas de Dios, haciéndolos guerreros gozosos. Serán fuertes en el Señor y en el poder de Su fuerza. El gozo siempre está disponible para nosotros, pero hay momentos en que el Cielo envía una ola intencional de gozo que produce fuerza. Este es uno de esos tiempos.
TIENES UN NOMBRE NUEVO
Isaías 61:1-3 (Mensaje) dice: “Me envió Dios a anunciar el año de Su gracia—una celebración de la destrucción de nuestros enemigos… darles ramos de rosas en lugar de cenizas, mensajes de gozo en lugar de noticias de calamidad, un corazón que alaba en lugar de un espíritu apagado… Él los renombrará «Robles de Justicia», plantados por Dios para mostrar Su gloria.”
Este pasaje nos dice que los quebrantados de corazón recibirán un nuevo nombre. Los cautivos recibirán un nuevo nombre. Los que lloran serán renombrados. Dios los llama Sus fuertes, Sus robles de justicia. El Padre nunca te llama débil. Puede que te sientas así por circunstancias que te han derribado, pero el Cielo está derramando gozo para hacerte fuerte como un roble. Las tormentas llegan, a veces sin esperarlo ni provocarlo, pero como hijos nacidos de nuevo, llevamos dentro la promesa viva de la victoria. Y confiamos: ¡Dios lo cambiará todo a nuestro favor!
Romanos 8:28 declara que “Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que le aman”. Esto no significa que todo volverá a ser como antes—algunas cosas nunca serán iguales—pero la promesa es que Dios sabe cómo hacer que la vida vuelva a ser buena. Él sabe restaurar o reemplazar lo perdido, transformar lo que debe cambiar, dar belleza por cenizas, aceite de gozo por luto y vestiduras de alabanza por espíritu de abatimiento.
En el libro The Last Years de Charles Bracelen Flood, se cuenta que, después de la Guerra Civil, el General Robert E. Lee pasó a caballo frente a la casa de una mujer afligida por el daño que el conflicto había causado a su propiedad. Ella le mostró un gran árbol que había sido destrozado por el fuego de artillería, esperando que él condenará a las tropas enemigas. Pero Lee, sabiendo que era tiempo de sanar, simplemente dijo: “Córtelo, señora. Córtalo y olvídelo.” Tú también puedes haber sufrido el fuego enemigo, y sí, puede ser devastador, pero creo que Dios quiere darte gracia para avanzar, para dejar de revivir las heridas del alma. Él te capacitará para cortar de raíz la desesperanza y dejar de estar bajo el control de los ataques del enemigo. Planta tu esperanza en una nueva temporada. Planta tu fe para una nueva cosecha. Avanza hacia el futuro que Dios tiene para ti.
Esta es una temporada en la que Dios está trayendo nueva fuerza, nueva esperanza y nuevo gozo. Recibe el aceite de gozo y deja que Él te haga fuerte—un roble de justicia, plantado para mostrar Su gloria. (Una palabra de Tim Sheets)
Con amor y oraciones,
