En este mundo en que estamos, hay muchas personas que quieren vivir a su manera y no a la manera de Dios, y se creen que lo más importante es la ciencia, la creatividad del hombre y las doctrinas filosóficas, el materialismo y la religiosidad, se convierten en humanista, se imaginan que son dioses, y suelen darle rienda suelta a los deseos y apetitos de la carne. Sin embargo, se aferran en decir que son cristianos y que creen en Dios, para sacarle el cuerpo a los que le predican el Evangelio.
Una gran realidad es que a pesar de que el verdadero cristianismo no es practicado por un gran grupo de personas, hoy en día existe un gran promedio de personas que proclaman creer en Dios. Digo esto porque cuando cumplimos la misión que Jesucristo nos ha encomendado, no es difícil escuchar como una gran mayoría de personas nos responden al hablarles de la biblia diciendo que ellos creen en Dios.
No es difícil encontrar que se nos diga: yo creo en Dios pero a mi manera; pero esta respuesta no es algo bueno. ¿Cuántos han escuchado esa respuesta cuando le hablan a alguien de Jesucristo y la Biblia? Lo triste y lamentable de todo es que el promedio de personas que afirman creer en Dios, pero a su manera, continúa aumentando. Ahora debemos preguntarnos, ¿por qué está sucediendo esto?
Una de las razones principales por la que el promedio de personas que declaran creer en Dios, en realidad no creen en el Dios revelado en la Biblia, es porque a través del tiempo el hombre, inspirado por el enemigo de las almas, ha corrompido la Palabra de Dios. Esto es algo que podemos ver claramente reflejado en las divisiones que existen entre las iglesias cristianas. Y no hablemos de las sectas y diferentes grupos que aunque no pertenecen a una institución en particular, creen que existe un ser superior.
Desde un punto de vista cristiano ahora debemos preguntarnos, ¿qué tan mal o tan bien están las personas que creen en Dios a su manera? ¿Por qué es que existen tantos que piensan así? ¿Es posible creer en Dios a nuestra manera y agradarle a la misma vez? Estas serán las preguntas que enfocaremos en este artículo.
Pasemos ahora a la Palabra de Dios y leemos que el Salmos 14:1-7 – Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. 2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. 3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 4 ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan? 5 Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos. 6 Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová es su esperanza. 7 !!Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
La preferencia a los deleites carnales es lo que ha conducido a muchos, y desdichadamente continuara conduciendo a muchos a creer en Dios a su manera, y no de la manera que Dios se revela en la Biblia. Y creer en Dios a nuestra manera es algo que al final solo producirá dolor y sufrimiento. El ejemplo primordial de esto es lo que le sucedió a David, cuando él decidió creer en Dios a su manera. ¿Por qué digo que David en un momento de su vida decidió creer en Dios a su manera? Lo digo porque David conocía muy bien las leyes de Dios.
David conocía muy bien el poder, misericordia, soberanía, y majestad de Dios. David había experimentado todas estas cosas en su vida, pero a pesar de todo esto, a pesar de todo su conocimiento y experiencia, David deliberadamente rompió por lo menos cinco de los mandamientos de Dios cuando entro en una relación adúltera con Betsabé. Y debido a esto, David incurrió gran dolor y sufrimiento.
Continuando con nuestro artículo leemos: “..¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan? 5 Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos. 6 Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová es su esperanza…”
Estos pequeños versículos también sirven para ilustrar muy bien la condición de la iglesia hoy en día. Digo esto porque existe un gran número de supuestos pastores, maestros, diáconos, etc. ect., que no aparentan tener discernimiento entre la iniquidad y la verdad de Dios. Pero por mucho que traten, con sus suaves y elocuentes palabras, el hombre nunca podrá cambiar a Dios. Dios es el mismo de ayer, de hoy, y del futuro; Su Palabra no cambia.
Pero Dios, en su infinita gracia les da la oportunidad a estas personas para que se salven, y con su ayuda puedan crecer y ser más comprensivo, optimista, generoso y amoroso. O de lo contrario, pueden volverse más egoísta, pesimista o inclusive llenarse de odio. Dios te ha dado este día para que crezcas.
¿Lo vas a hacer a tu manera o a la manera de Dios? De la manera de Dios sería así: Efesios 4:13: Hasta que todos lleguemos a la unidad e la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Juan 1:16: Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia. Juan 6:69: Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios. 1 Corintios 2:6: Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero una sabiduría no de este siglo, ni de los gobernantes de este siglo, que van desapareciendo.
Además, Pablo en expresa en 1 Corintios 14:20: Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros. Y en Gálatas 4:19: Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros; Efesios 1:17: pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de El. Efesios 1:23: la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.
Pablo añade en Filipenses 3:8: Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo; Filipenses 3:10: y conocerle a Él, el poder de su resurrección y la participación en sus padecimientos, llegando a ser como El en su muerte; y dice en Colosenses 1:28: A El nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.