Salud – Nutrición

Propiedades y beneficios medicinales de la granada

Considerado en la antigüedad como el fruto de la fertilidad, la granada es muy valorada por sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, consumida tanto en postres como en zumos o jugos, es una buena alternativa para incluirla y tenerla presente en nuestra dieta cotidiana.

Historia de la granada.

Este fruto fue una de las primeras especies frutícolas en ser domesticadas con fines alimenticios, alrededor del año 5.000 A.C.

Los orígenes se circunscriben a la región comprendida desde lo que hoy es Irán hasta los Himalayas al norte de la India, sector que actualmente abarca Turkmenistán, Afganistán y Pakistán.

Su expansión se debió a los árabes quienes la llevaron a España, donde dejaron su huella en la ciudad de Granada, la que hasta hoy sigue teniendo en su escudo una granada como símbolo.

Vale recalcar que la granada era considerada sagrada por muchas de las principales religiones y culturas del mundo.

Descripción de la granada

La granada posee una cáscara dura y coriácea. Su interior está compuesto por muchas semillas rojas separadas por membranas junto a una bolsita dulce de zumo granate que es lo delicioso que posee.

Su composición básica muestra pocas calorías, bastantes hidratos de carbono y trazas de proteínas y grasas, fibra, potasio, algo de sodio, cobre y manganeso, fósforo, selenio, calcio y yodo, vitaminas del grupo B, un poco de C; betacarotenos o provitamina A y E, ácidos cítrico y málico, entre otros.

La granada es una fruta completa que puede ser consumida como postre o como parte de las colaciones de media mañana o media tarde. Es dulce y sabrosa.

Nombre comunes de la granada

Conocida en varios continentes como la fruta de la fertilidad, la granada posee distintos nombres en esos lugares, así tenemos el “milgrano, magrana, minglana, balaustra, o manglano”.

Propiedades de la granada

La granada posee un bajo contenido de hidratos de carbono por lo que registra un nivel bajo en calorías.

Los taninos que contiene son apropiados para aplicarlos en casos de diarrea, aunque no es conveniente consumir granada si se padece de divertículos o de irritación cólica.

Recientes investigaciones señalan que el consumo de la granada puede ser beneficioso en la prevención de ciertos tipos de cáncer.

Ayuda a eliminar los líquidos en los riñones y se recomienda a quien padece gota.

Es muy recomendada para dietas de adelgazamiento y para personas con diabetes, gracias a su bajo contenido en calorías.

La granada posee abundantes polifenoles, por lo que resalta su enorme poder antioxidante, antiséptico y antiinflamatorio.

También posee alto contenido de potasio y aporta cantidades considerables de magnesio, fósforo y hierro, vitamina C, B1 (tiamina), B2 (riboflavina) y niacina. 

Beneficios para la salud

Mejora las funciones de los riñones, y es ideal en dietas para perder peso.

Las vitaminas que posee ayudan a prevenir el agrietamiento y posible envejecimiento de la piel, sequedad en las mucosas y decaimiento.

Nos proporciona grandes cantidades de ácido cítrico y málico, necesarios para fortalecer el corazón y disminuir los síntomas de las crisis asmáticas.

Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas sirve para el cuidado de la salud bucal y cutánea.

Además mejora la salud cardiovascular por su elevado contenido en antioxidantes.

Entre las enfermedades o disfunciones que combaten está la retención de líquidos, la hipertensión, anemia ferropénica, arteriosclerosis, exceso de ácido úrico y los parásitos intestinales.

También se recomienda para problemas de flatulencia, cólicos y diarrea.

Usos internos de la granada

  • Para aprovechar las excelentes propiedades de la granada, se debe consumir fresca. Comer las semillas frescas, cuando están jugosas.

También se puede tomarlo como jugo. Esto es porque la cáscara, que no se come, contiene la mayor cantidad de antioxidantes, y son liberados en abundancia cuando la fruta se exprime para sacar el jugo.

Para combatir las amebas y otros parásitos intestinales se debe macerar la granada acompañada de otras plantas. Se rallan corteza de la simarruba, caucásia y la granada hasta completar 8 cucharadas soperas; después se deja macerando en un litro de vino. La mezcla se toma en una taza luego del almuerzo y otra luego de la comida, esta operación se debe realizar durante cuatro días.

Para combatir la diarrea es recomendable tomar una granada y partirla en cuatro, adicionarle tres ramas de verdolaga blanca y tres de hierbabuena; hervirlas bien, dejar enfriar la mezcla y distribuir en seis tazas para consumirlas durante el día.

La granada también es usada a nivel ginecológico para tratar trastornos del flujo vaginal, como la menorragia. Un tratamiento adecuado para combatirla es cocinar media cucharada sopera rallada de corteza de granada en un litro de agua y repartirla para cuatro dosis al día.

Usos externos de la granada

En el caso de úlceras de difícil cicatrización, aftas, flujo vaginal, y encías sangrantes, se emplea la corteza o cáscara que cubre el fruto a manera de decocción por vía externa, gracias a sus cualidades astringentes.

Para combatir los pólipos (protuberancias o tumoraciones alrededor de las mucosas del organismo) se debe aplicar unas gotas de zumo de granada en las fosas nasales. Este tratamiento también se puede complementar tomando regularmente el jugo de la granada con miel de abejas.

Precauciones en el consumo

Su consumo excesivo puede ser tóxico. Entre los síntomas que se podrán presentar están la visión doble, mareos, parálisis temporal y vómitos. No es recomendable por ningún motivo su empleo en mujeres embarazadas o pacientes con enfermedades crónicas.

Fuente:
saludeo

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