Articulos

La venida del hijo del hombre

Y habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra, angustia entre las naciones, perplejas a causa del rugido del mar y de las olas, Lucas 21:25.

Tétrada es un grupo de cuatro, en el caso de la luna, son cuatro eclipses ininterrumpidos. Estos fenómenos son considerados proféticos por los eventos que sucedieron en torno a Israel durante el período de tétrada. No sólo los eventos concernían  Israel directamente, sino que sucedieron en fechas que la Biblia considera como tiempos señalados o apartados, días santos.

Todos los eventos comenzaron con la fiesta de la Pascua, luego con la fiesta de Tabernáculos inmediata. Después seguía el siguiente año con la fiesta de la Pascua nuevamente y terminaba también con la fiesta de los Tabernáculos del siguiente año. Dos años consecutivos de eventos importantes.

Sabemos que estas fechas son importantes y es interesante que  están sucediendo justo cuando el cosmos abunda con todo tipo de manifestaciones. El Sol, se está manifestando de formas impredecibles. La actividad solar se ha salido de normal y está afectando todo el sistema solar y en especial la tierra con los recientes cambios climáticos extremos.

En el Capítulo 21 de Lucas se describen los eventos que sucederán  previo  a la venida del Mesías. Estas cosas son semejantes a los eventos que estamos viviendo. Es importante leer los evangelios y tomar en serio esta información para prepararnos para Su venida tan esperada.

Estos eventos estelares se manifestarán en distintas  fechas. Nosotros, en América Latina tenemos una posición privilegiada para poder apreciarlos.  Las figuras inferiores muestran la forma en que la sombra cubrirá a la luna produciendo la ilusión de ver la luna con ese tono rojizo, mientras se mueve por la elíptica de su órbita.

¿Qué es lo que sucederá en este período de tétrada? No tenemos la menor idea. Pero podemos ver lo que ha sucedido en las tres cuatro lunas rojas en los últimos 500 años de nuestra historia.

Estos eventos han literalmente cambiado el curso de la historia y estamos en el umbral de que vuelva a suceder un cambio extremo nuevamente. Dios se ha manifestado claramente con el pueblo de Israel y con todos los que le temen. Por lo tanto, es importante poner atención a estos tiempos señalados especiales. Es importante leer la historia y buscar a Dios para tomar una dirección de acuerdo a su voluntad.

Como podrán ver a continuación estos movimientos obedecen a las fiestas descritas la Biblia: La misma naturaleza muestra las señales que Dios ha revelado en su palabra. Hay que investigar, pero antes de entrar en esa tarea, lo mejor es pedirle a Dios que nos dirija, nos guíe, y nos revele Su palabra, la Biblia. Los tiempos son especiales y no hay que perder esa oportunidad.

La palabra de Dios es inefable y por eso necesitamos la dirección del Espíritu Santo. Desde Génesis a Apocalipsis hay integridad en su contenido y no hay contradicción en ella. El libro de  Levítico en el capítulo 23 muestra una serie de fechas que son las que se están manifestando en este período de tétrada, las cuatro lunas rojas. Hay quienes opinan que esas instrucciones ya no tienen vigencia. Pues, la verdad es que no solo esas instrucciones están vigentes sino que todas entre Génesis y Apocalipsis están vivitas y coleando.

Hay que pedirle al Espíritu Santo que nos dirija en el entendimiento de las escrituras. Hay que salir del contexto religioso, saliendo de la caja, para entender una verdad tal y como Dios la revela, no como cualquier religión la proyecta. Las escrituras se revelan por si solas con Su dirección.

Dios está a punto de revelarse ante la humanidad de una manera como sólo Él lo sabe hacer. Y todos estamos invitados a este tiempo estelar.

Como un último dato curioso, a continuación las señales ocurridas durante el año 32 y 33 DC. Estas no deberían considerarse como TETRADAS ya que dos fueron eclipses totales y dos fueron parciales. Sin embargo son señales. Hay que considerar que cuando Jesús murió, hubo tinieblas durante tres horas, entre la hora sexta y la novena, o sea, desde el mediodía hasta las tres de la tarde. La explicación más común es que hubo un eclipse solar. ¿De tres horas? Imposible, los eclipses normalmente duran unos  7 minutos. Además para que haya un eclipse solar la luna debe de estar entre el sol y la tierra, de esta manera la penumbra pasa por la tierra y ocurre el eclipse solar que haría sombra en la tierra. Esto sólo pudo haber ocurrido en Nisán 1. Pero Jesús murió en Nisán 14. Eso quiere decir que la luna estaba llena y que si pudo haber sino eclipse lunar. En este caso la oscuridad ocurre en la luna, no en la tierra. Entonces ¿Qué ocasionó la oscuridad en Jerusalén en ese día?

(44)  Y era como la hora sexta, y hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

(45)  Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por el medio.  Luc 23:44-45.

Isa 50:3(3)  Yo visto de negrura los cielos, y hago de cilicio su cobertura.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba