En China, los concursos de belleza por internet son la última sensación entre las mujeres millennials. Muchas buscan cirugías plásticas y maquillaje costosos para mejorar sus oportunidades de ganar. Pero, un fotógrafo taiwanés usa la Biblia para mostrarles que su belleza natural viene de Dios.
Ponerse el maquillaje correcto, escoger zapatos hermosos… estas son preparaciones necesarias para la rutina diaria de Cindy, una estrella en ascenso.
Usuarios del internet chino están familiarizados con Cindy. Cada día pasa horas interactuando con sus fans.
Intercambiando historias y cantando canciones chinas, ella disfruta la atención.
“Más adultos, de diferentes edades, disfrutan hablarme. Aunque parece algo ‘irreal’, algunas conversaciones pueden ser muy interesantes y significativas. Me hace sentir bien y aceptada”, dice Cindy, estrella en internet.
Algunas chicas concuerdan con Cindy.
“Algo que hay que entender es que la belleza externa es más importante hoy. Si tienes un rostro lindo e intentas trabajar, eres aceptada en cualquier lado, en especial el mundo cibernético”, precisa una chica de Pekín.
Las madres jóvenes luchan para adaptarse a la tendencia.
“Nos sentimos presionadas para competir con las más jóvenes. Una vez casadas, es más difícil ser así. Tenemos más responsabilidades en casa. Algunos no parecen entender lo que viven las mamás”, comenta otra residente.
Los concursos de belleza chinos por internet están impulsando esta tendencia, pero los cristianos se han distanciado de la idea. Algunos usan formas artísticas para compartir un mensaje diferente con la generación de millennials y el impacto es tremendo.
Jun Lan Feng es un pastor cristiano taiwanés. Además de dirigir su iglesia, disfruta la fotografía.
“Prefiero usar luz natural cuando tomo fotos. Usé un cuarto pequeño de mi iglesia, que tiene ventanas. La iluminación y ambiente fueron perfectos. Las imágenes salieron increíbles”, indica Jun Lan Feng.
Cuando él fotografía a la gente, nota la singularidad de cada uno.
“En la Biblia dice que los seguidores de Cristo son barro, Jesús es el alfarero. Mientras veo cada imagen, encuentro que el rostro humano tiene los mismos rasgos que los personajes bíblicos. Nuestra semblanza refleja la obra de Dios”, comenta Jun Lan Feng.
El pastor Feng empezó a invitar miembros de la iglesia y amigos no religiosos para ver sus fotos. Les explicó las historias bíblicas detrás de cada imagen.
“Ellos necesitan saber cuán increíble es nuestro Dios. Somos hermosos y maravillosos. Cada uno es único y especial. Nuestros ojos, nariz y cuerpo muestran su obra. No debemos cambiarlo por ningún motivo”, precisa Feng.
Eventualmente, Feng abrió su propia galería, donde compartió fotos inspiradas por dios.
“Las personas son menos propensas a ir a la iglesia para buscar a Dios, pero disfrutan los eventos artísticos. Comparto mi inspiración y las historias detrás de cada imagen. Dios ha hecho algunos milagros por sus hijos”, comenta Feng.
Los visitantes quedan muy impactados por las fotos, algunos por la inspiración detrás de ellas.
Como seguidor de Cristo, Feng Jun Lan es muy apasionado por servir al señor. Compite con fotógrafos seculares para presentar su arte, con las historias transformadoras de Dios para el mundo.
“Cuando las personas tienen pasión por compartir acerca de Dios, nadie puede detenernos…”, concluye Feng.
