Reflexiones

Cámara Lenta

Fundamentalmente enfoco el comentario hacia las cosas que Dios ha mandado para que cumplamos y que la Biblia nos define claramente; aclaro que sin embargo algunas de nuestras peticiones personales sí han de moverse cuando Dios así lo determine ya que debemos aprender a diferenciar entre el “Cronos” tiempo medible por los relojes (definición rápida y comprensible) y el “Kairôs” o tiempo de Dios, que es precisamente donde entramos a recibir lo que Él ha determinado para nosotros en Su sabio y perfecto tiempo. Sin embargo: “En lo que requiere diligencia, no perezosos” –  La más ingrata excusa para culpar a Dios y eliminar nuestra responsabilidad en nuestra obligación de cumplir con algunos trabajos es: “hay que esperar el tiempo de Dios, o estoy esperando el tiempo de Dios.” – El tiempo de Dios era ayer, somos nosotros con nuestra falta de diligencia los que generalmente atrasamos la obra de Dios, usando un mecanismo reflejo para sutilmente culpar a Dios por no ser diligentes con lo que nos corresponde hacer.

Es increíble como con apariencia de “espiritualidad” posponemos el trabajo que Dios nos ha encomendado usando como dilatadores pensamientos extraídos de la Palabra de Dios. Sin embargo es importante recordar que cualquier cosa que quieras justificar con la Biblia puedes hacerlo, pero esta dañina excusa, ha retrasado la obra de Dios por años.

Asuntos importantes que podrían resolverse en cinco minutos sólo con un poco de diligencia son pospuestos días, meses y algunas veces hasta años por personas que algunas veces por su rango hay que respetarle el dicho…paciencia, que la paciencia es la mayor de las virtudes… permítame decirles que la negligencia es el mayor favor que se le puede hacer al enemigo y no es paciencia, es diligencia lo que se necesita.

Adjunta a la frase antes comentada, se une “lo más importante es esperar a saber si es la voluntad de Dios”. La Biblia, la bendita e insondable Palabra de Dios, nos da un marco de libertad o restricción establecido por Dios mucho antes de que el hombre decidiera desobedecer. El problema es saber cuánto les llevará conocer cuál es la voluntad de Dios, para eso habrá que esperar “el tiempo de Dios”…sólo suena a espiritual, es necesario ver detrás de las palabras si es la negligencia, la pereza o la inseguridad lo que está demorando cumplir con los planes de Dios.

Levántate, hoy es el día que has estado esperando para cumplir con lo que te corresponde hacer, es hora de dejar de vivir como en cámara lenta y hagamos avanzar el Reino al ritmo de Dios y no lo detengamos por negligencia.

Dr. José Alexis Cedeño G.

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